Con lágrimas de felicidad en sus ojos, María Teresa Quintana, vecina del sector San Martín de Barlovento, cuenta cómo cambió su vida tras recibir por parte de Desarrollo Económico Miranda un crédito para montar una bodega dentro de su casa.
“Una tarde estaba en mi casa, un tanto deprimida por mi condición económica, ya que desde hace mucho estaba buscando empleo y no conseguía ninguna opción que me ayudara a sobrevivir y ofrecerle seguridad a mis hijos. Fue entonces cuando recibí la llamada de un funcionario de la Gobernación de Miranda, quien me informó que había sido aprobado el crédito que solicité para montar mi propio negocio dentro de mi casa”.
María Teresa, una mujer emprendedora que ha levantado a sus tres hijos prácticamente sola, cumplió con todos los requisitos necesarios para verse beneficiada con el Plan Mi Bodega y una semana después recibió al equipo del Gobierno de Miranda con alimentos de primera necesidad acompañados de un stand para el levantamiento de su propio negocio. “Ese día brinqué, salté y lloré de la emoción que sentí al ver mi sueño hecho realidad, porque nunca imaginé que me darían respuesta tan rápido y me resultaba increíble ver que ahora sí iba a poder tener ingresos económicos para darle una mejor calidad de vida a mis hijos”.
Tener un negocio en el que a futuro pueda vender muchos más productos, incluso para el hogar, es una de las aspiraciones que esta Barloventeña de 28 años de edad, espera cumplir. “El Gobierno de Miranda me dio el impulso para construir un negocio emprendedor que me de progreso y yo con el paso del tiempo, estoy segura que lograré tener no una bodega sino un abasto mucho más grande para brindarle más opciones a mis vecinos”.
María Teresa agradece al equipo de Desarrollo Económico Miranda, por este gran aporte, no sólo para ella, sino para el resto de las personas que habitan en el sector San Martín de Barlovento. “Cada vez que necesitábamos un aceite, arroz o cualquier alimento debíamos caminar largas cuadras para conseguirlo, porque en la zona sólo había un pequeño negocio, pero de ahora en adelante le ofreceré a mis vecinos una alternativa más cercana para que hagan sus compras”.
Cuenta que de ahora en adelante se sentirá mucho más tranquila de trabajar en su propia casa, ya que considera de suma importancia estar pendiente de sus hijos de una manera más cercana. “Lo que más me gusta de todo esto es que no voy a dejar a mis hijos solos, porque yo no contaba con recursos para pagarle a alguien que me los cuidara, desde aquí puedo atender a mis niños, mi hogar y mi negocio para seguir creciendo”.
Prensa Miranda/Andrea Baute
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