domingo, 11 de marzo de 2012

Casa por casa, paso por paso


Cuando la fuerza de la esperanza avanza, siempre derrota a la fuerza del miedo. El entusiasmo de quienes han decidido creer en el camino hacia el progreso demuestra que el bien siempre derrota al mal.
La violencia es una reacción, una reacción oscura y malintencionada, si, pero es sólo una reacción; y esa reacción nos demuestra que, contra el egoísmo, nosotros vamos en el camino correcto: resolver los problemas de cada una de las personas, escuchando y entregándonos mutuamente la confianza.
El ruido no va a distraernos de ese propósito. Venga en forma de balas o en forma de insultos, es sólo ruido. Nosotros tenemos un objetivo claro: visitar a los venezolanos, escucharlos y juntos construir las propuestas para solucionar los problemas que les afectan y que nos afectan a todos. Ir casa por casa es mucho más que un equipo de trabajo recorriendo los hogares donde ya se está construyendo el futuro.
Ir casa por casa, hogar por hogar, familia por familia, persona por persona. Se trata de confianza, de permitirnos una vez más conversar sobre el futuro entre hermanos y avanzar hacia un país mejor.
Que sigan inventando, que nosotros seguiremos caminando, y mientras más griten y violentos se pongan más adeptos al proceso se alejarán del mismo. Los venezolanos estamos cansados de tanta violencia y rencor, queremos un país de paz y tranquilidad.

El sonido del progreso
El sonido del progreso está por encima de eso. Son las voces conjuntas de quienes quieren ver sus sueños cumplidos, incluyendo la tuya. Es el deseo de un país que lleva demasiado tiempo esperando y ha decidido progresar en conciliación y sin miedo porque sabe que hay un camino.
El centro de nuestro esfuerzo está en que los venezolanos vivan mejor. De eso trata esta nueva manera de hacer política, que permite alcanzar las transformaciones que benefician al pueblo y contribuyen con el progreso de cada uno de nosotros. Miranda es un ejemplo.
Por eso en esta etapa recorremos el país casa por casa para conversar y escuchar los problemas que afectan a los venezolanos. No es una actividad de tipo masivo, al contrario. La idea es entrar en contacto directo con la gente, escuchar y conversar sobre los verdaderos anhelos que tenemos los venezolanos en cada estado, en cada municipio, en cada parroquia, sin confrontaciones.
“Si tú progresas, progresamos todos”
Si todos pensáramos en el ciclo de vida de cualquier persona, en las cosas que necesita y que desea en cada una de las etapas de nuestra vida, nos daríamos cuenta de que el contexto actual no permite el desarrollo pleno de todos por igual. Por eso las decisiones del Gobierno actual forman parte del pasado, de una vieja forma de hacer política a la cual no debemos volver.
Eso es lo que hemos escuchado en cada hogar que nos ha abierto sus puertas. El pueblo venezolano quiere volver a sentir que tiene un futuro. Nosotros lo decimos a cada rato: tenemos más futuro que pasado, tenemos un país mejor por delante y nos necesita a cada uno de nosotros para poder convertirse en una realidad. 
Confiamos en ti y en cada uno de los tuyos, sean de la tendencia política que sean, porque al fin y al cabo todos somos venezolanos y todos queremos progresar. Confiamos en tus capacidades y en que puedes desarrollarlas y crecer. Si tú progresas, progresamos todos. Esa frase cada vez se oye con más fuerza: “Si tú progresas, progresamos todos”.
La gente con la que hemos ido conversando la ha hecho suya. Es una verdad contra el miedo, contra las frustraciones, contra la violencia. Hemos empezado, nuevamente, a recorrer el país. Estamos escuchando a todos los que quieran incorporarse a esta labor conjunta que significa construir la Venezuela del Progreso.
Estamos escuchándote porque confiamos en ti, y contigo construiremos ese país del futuro: casa por casa, paso por paso.

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